St. Ann Center for Intergenerational Care es un complejo compuesto actualmente por dos centros intergeneracionales fundado en 1999 y 2015, respectivamente, que han desarrollado un modelo propio educativo y asistencial basado en el concepto de «comunidad», definida como:
«one that provides a non-institutional lifestyle of service, choice, compassion and dignity to all ages»
(«aquella que facilita un estilo de vida no institucionalizado de servicio, elección, compasión y dignidad para todas las edades»).
¿En qué se traduce esto? Pues en una original combinación de espacios y servicios para personas de distintas generaciones que hasta un total de 500 acuden a diario en búsqueda de cuidados y oportunidades de aprender en el marco de un contexto que les haga sentirse como en casa.
Un poco de historia
Las Hermanas de San Francisco de Asís llegaron a Milwaukee (Wisconsin) en 1849. En 1983, 134 años después, Sor Edna Lonergan fundó el St. Ann Adult Day Care en una de las plantas del centro de salud de la congregación.
El proyecto fue desarrollándose con los años y adaptando progresivamente los espacios del sótano del convento, hasta llegar a 1999, cuando fue inaugurado el primer centro intergeneracional: el St. Ann Center for Intergenerational Care Stein Campus. Este edificio de nueva construcción acoge una escuela infantil, además de espacios que tienen como misión responder a un programa asistencial holístico centrado en la persona (cuerpo, mente y espíritu).
Este primer centro fue creciendo poco a poco para añadir, por ejemplo, la Shepherd House, una unidad especializada en afecciones de la memoria destinada a personas afectadas de Alzheimer y otro tipo de demencias.
Más recientemente, en 2015, la congregación inauguró una nueva sede en la zona norte de Milwaukee, el Bucyrus Campus, que replica y mejora el modelo de centro intergeneracional original. El diseño lo ha realizado Zimmerman Architectural Studios.
Este boceto del proyecto narra el concepto de «indoor playground«, una zona de estancia y juego pensada para la convivencia intergeneracional:
Imagen del espacio tal y como ha sido construido:
Las claves del modelo
En la 2017 Global Intergenerational Conference, de la que el St. Ann Center ha sido co-organizador junto a la asociación norteamericana Generations United, asistimos a un seminario en el que plantearon cómo han desarrollado sus dos centros y dieron interesantísimas pistas de cómo es posible replicar su modelo o inspirarse en él.
Entre las ideas más innovadoras, destacamos:
- Diseñar adaptándose a la cultura de la comunidad usuaria.
- Diseñar facilitando a cada generación la orientación, el desplazamiento y el confort.
- Diseñar espacios interiores para el juego y la diversión de personas de todas las edades.
- Diseñar pensando en los colores, el aspecto y las sensaciones de una diversidad de generaciones.
- Diseñar prestando mucha atención a la iluminación y a su papel a la hora de facilitar la sensación de hogar y la interacción.
- Diseñar incorporando equipamiento y mobiliario apropiada para cada grupo etario.
- Diseñar espacios exteriores que prolonguen el hogar interior.
El mensaje general que nos hacen llegar nuestros colegas norteamericanos es claro: “El diseño intergeneracional que funciona debe ser flexible y adaptable para poder satisfacer las cambiantes necesidades que surjan, y tiene que servir de envoltorio adecuado para arropar los servicios que la comunidad necesita”. Ni más, ni menos.
El diseño intergeneracional que funciona debe ser flexible y adaptable. St Ann CenterHaz click para twittear
Ciertamente inspirador.
Como siempre en EEUU a lo grande, ideas grandes, espacios grandes, apoyo social grande y dinero para ejecutar las ideas grande.