Como la inter-generacionalidad trata de conectar y de recrear a las generaciones, los programas expresamente dedicados a promoverla ‒denominados programas inter-generacionales‒ pueden ayudar a reciclar.
No en vano, reciclar está conectado con regenerar, es decir, con aquello que es capaz de seguir generando(se), como es el caso de las generaciones.
Los programas inter-generacionales pueden ayudar a reciclar porque tienen potencial para regenerar. Son instrumentos intencionados para aprovechar la inter-generacionalidad y posibilitar que suceda algo dentro de una generación y entre diversas generaciones. Y se articulan en tres dimensiones: la intencionalidad, la obligada distancia relacional entre las generaciones y la temporalidad e historicidad -el paso del tiempo. Lo cierto es que existe una cuarta dimensión, hoy por hoy poco considerada: la dimensión espacial.
¿Podemos pensar y dotarnos de espacios más propicios para la inter-generacionalidad?Haz click para twittearSí. Y, por ahora, la mejor demostración de ello son los centros intergeneracionales: lugares en los que personas de distintas generaciones participan, conjuntamente, en el mismo emplazamiento y con continuidad, en servicios o en programas.
El Edificio Intergeneracional Plaza América, en Alicante, el Complejo Intergeneracional Ciudad de Oviedo, en la capital asturiana, las casas multigeneracionales, en distintas regiones de Alemania o la ville de Saint Apollinaire, en Francia, son ejemplos concretos de lo que la conjunción de inter-generacionalidad y arquitectura puede dar de sí.
Fuente de la imagen: http://paletteprogram.org/
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