Todos los seres humanos tenemos experiencia de mantener relaciones intergeneracionales, mejores o peores. Ahora bien, no todos caemos en la cuenta de ello.
La inter-generacionalidad comienza cuando tomamos conciencia de que nuestras vidas se explican, en parte, por relaciones con nuestras y con otras generaciones. Somos seres generacionales inter-dependientes: el yo no puede existir sin un tú, sin un nosotros.
Las relaciones inter-generacionales son, sobre todo, relaciones, lazos, vínculos. Los seres humanos somos relacionales, es decir, nos hacemos, entre otras vías, mediante las relaciones que mantenemos o que imaginamos.
Por tanto, relacionarnos no es una opción sino una necesidad consustancial; lo interesante es observar con quiénes nos relacionamos, cómo y para qué. También el dónde es importante: de ahí surge la atención a los espacios intergeneracionales.
Hablar de inter-generacionalidad significa hablar de relaciones más que de individuos o de generaciones.Haz click para twittearHablar de cursos y ciclos vitales más que de etapas, hablar de tiempos históricos más que de instantes concretos, hablar de similitudes y diferencias, es decir, de distancias, hablar de identidades y de contratos sociales.
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